top of page

Construye para ti misma un espacio para crear

Foto del escritor: raquelortizartraquelortizart

Como artistas, todos tenemos una necesidad vital: un espacio donde nuestras ideas puedan fluir libremente. Un rincón pequeño, tal vez una mesa con algunos materiales al alcance, pero que nos brinde la sensación de libertad para expresarnos sin miedo al juicio o la interrupción. En este pequeño santuario de creatividad, podemos enfrentarnos a nuestros pensamientos más profundos y transformarlos en obras tangibles.


El arte no es solo técnica, es emoción, es vulnerabilidad, y para eso, necesitamos crearnos un entorno que nos permita ser auténticas. Ese espacio seguro, por más modesto que sea, se convierte en un refugio donde podemos explorar nuestra identidad, nuestras inseguridades y nuestras pasiones sin la presión de la perfección. Ya sea una mesa con un cuaderno y unos lápices, o una esquina de la habitación con pinceles y pinturas, el lugar donde creamos debe sentirse como un área sin restricciones, un sitio donde la experimentación es bienvenida y los errores son parte del proceso.


A menudo, quienes creamos arte, luchamos con la autocrítica. Nos enfrentamos a dudas, a la comparación constante, y a la constante búsqueda de validación. Por eso, tener un espacio que nos sea exclusivamente nuestro, donde no hay expectativas externas, puede ser transformador. Este es el lugar donde no hay reglas, donde cada trazo o cada palabra tiene valor porque es genuino, porque es nuestro.


Este espacio seguro también puede ser muy humilde. No hace falta una habitación entera dedicada al arte o una colección de materiales caros. A veces, una simple caja con lápices de colores, una libreta, y una pequeña mesa pueden ser suficientes para que una idea cobre vida. Lo importante no es el tamaño ni el equipamiento, sino la sensación de poder expresarnos con libertad.


Además, tener este espacio también nos ayuda a establecer una rutina de trabajo. Nos recuerda que nuestro arte merece tiempo y dedicación, y que merecemos el espacio para nutrir nuestra creatividad. Es un compromiso con nosotros mismos, un acto de respeto hacia nuestra pasión y nuestra esencia como artistas.




Tener un espacio seguro para trabajar nos brinda el refugio necesario para superar barreras internas y dejarnos llevar por el proceso. Si te sirve de inspiración, yo he tenido diferentes espacios, y respeto cada uno de ellos por lo que me permitió ser. El que tengo hoy me tomó siete años en terminar como lo imaginaba. Y más que el escritorio y los materiales tiene que ver con que te comprometas a crear este espacio donde puedes explayarte, donde vas a trabajar y no a juzgar el trabajo, un espacio para crear explorando y no pensando en el resultado o la reacción de los demás.


Compárteme tu opinión o tu espacio.


7 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page